Tutorial de Tesorería
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MEDICIÓN DE RIESGO DE CAMBIO
Una compañía enfrenta riesgo de cambio si hace transacciones con entidades de otros países y en otras monedas. Al tratar de dimensionar la magnitud del riesgo es fácil de olvidarse, que el problema de riesgo de cambio se puede ver desde ambos lados del tipo de cambio y desde ambos lados en la transacción. El tipo de cambio expresa la relación entre el valor de una moneda comparada con el de otra. Un error común es el de pensar que el riesgo cambiario es visto igual desde los dos lados de la frontera o tipo de cambio, o que sean los opuestos exactos. Este resumen intentará aclarar esta problemática que es esencialmente una de medición de riesgo.
Un factor importante en el análisis es la moneda en la cual se factura la compra o venta. Hay que distinguir entre la moneda de facturación y la base sobre la cual se ajustan los precios en la transacción. Por ejemplo es muy común ver una facturación en la moneda del país vendedor pero, por el alto contenido de insumos importados, o por qué el comprador no quiere correr el riesgo de una revaluación de la moneda de facturación, se acuerda entre las partes de ajustar precios según el valor de la moneda del país donde reside el comprador. Para identificar estos casos y reflejarlos (o no) en la medición del riesgo cambiario, la tesorería tiene que trabajar de cerca con el área de compras y también de ventas (en caso de exportaciones). El caso normal para empresas muy grandes es de establecer una política al respeto, y requerir que se reporten las excepciones.
Transacciones en diferentes monedas resultan en la creación de activos y/o pasivos en estas monedas, que pueden variar en valor (expresados en la moneda en la cual se mantienen los libros contables). Vamos a asumir que la moneda en la cual se expresan los libros contables sea la misma del país donde la empresa tiene su seda principal (país base). Esto implica que una afiliada de nuestra empresa, localizada en otro país tendría que convertir, para la consolidación contable final, sus libros a moneda y prácticas contables del país base.
Hay activos que se tratan diferentemente para fines de medir el riesgo cambiario del balance: Inventarios se pueden mostrar como “expuestos” o “no-expuestos” (a cambios de la paridad), dependiendo de la capacidad de la empresa para ajustar los precios de sus productos en respuesta a un cambio de la paridad. En situaciones de controles de precios por el gobierno, o presiones restrictivas por la situación competitiva, le empresa puede ser impedida de ajustar sus precios, en cuyo caso los inventarios se mostrarían como expuestos.
Activos fijos normalmente se muestran no- expuestos a fluctuaciones del tipo de cambio. Normalmente su valor tiende a recuperar el nivel de antes de la devaluación/revaluación. Además, desde el punto de vista contable, una vez comprado e instalado, el activo fijo se mantiene estable en libros a pesar de cambios de la moneda. Por esta razón los activos fijos se llaman también “activos de moneda histórica”. Algunos países hacen ajustes al valor en libros de sus activos por razones de inflación principalmente, pero no directamente ligados a una de/reevaluación de su moneda. Basado en lo anterior podemos “diseñar” el siguiente balance:
AML+AME+I+AF = PML+PME+C
Ajustando la ecuación, separando activos y pasivos por moneda, se obtiene:
AML-PML = PME-AME+C-(I+AF)
Desde el punto de vista de la compañía basada en moneda extranjera, la parte de la ecuación en moneda local refleja su riesgo cambiario de balance (esto es un cargo o beneficio de una sola vez).
Desde el punto de vista de nuestra empresa “local”, su riesgo cambiario se refleja en la diferencia de pasivos menos activos, ambos en moneda extranjera – también llamado riesgo transaccional del balance. Al aplicar el porcentaje de de/reevaluación de la moneda local al monto del riesgo se obtiene el cargo o beneficio a reflejarse en libros locales fiscales. La segunda parte de la ecuación del lado derecho muestra hasta cual grado el capital de la empresa está cubierta por inventarios y activos fijos, el “balance de cobertura de capital”. Esta parte ya implica que la empresa que muestra su efecto en libros se haya movido a practicas contables del país extranjero, presumiblemente, los Estados Unidos (U.S.GAAP) Esta parte es de especial interés para una filial local de una compañía extranjera. Como la matriz extranjera probablemente haya contribuido el capital en su propia moneda está interesada que, una vez contabilizada en la moneda local, no se disminuye por una devaluación de la moneda local. La “protección está en los activos fijos y en inventarios.
El riesgo transaccional más el de capital son igual al la parte izquierda de la ecuación mostrada arriba. La tendencia moderna es de concentrarse en el riesgo transaccional, pórque el de capital únicamente toma importancia en casos de quiebras o fusiones, en cuyo caso los valores pueden diferir mucho de los mostrados en el balance.
Vamos a analizar un caso hipotético:
Este ejemplo muestra que el riesgo cambiario de balance para una empresa puramente Mexicana es $1,050,000 positivo al final de 1998, y disminuye a $290,000 positivo en 1999. Según la convención contable internacional, un riesgo cambiario es positivo si obligaciones de pago en moneda extranjera exceden los activos en la misma moneda. Si la moneda local (el peso) revalúa, un riesgo positivo para nuestra compañía resultaría en una ganancia para ella. Una devaluación del peso resultaría en una pérdida.
Similarmente, el riesgo para una filial de una multi-nacional se calcula en $800,000 negativo para 1998, y $1,490,000 negativo para 1999. En este caso, si el peso fuera devaluado, la filial Mexicana mostraría una ganancia (por qué pasivos locales disminuirían en monto absoluto (en dólares) mayor que los activos locales. Es importante notar, que la filial Mexicana en sus libros locales (Mexicanos) mostraría lo mismo que la empresa puramente Mexicana (prácticas contables Mexicanas), pero convertiría estas cifras para su consolidación a prácticas Americanas (U.S. GAAP).
Riesgo Cambiario Operacional (Estado de Pérdidas y Ganancias)
Riesgo Cambiario Operacional ocurre cuando ingresos en moneda extranjera son diferentes a costos en esta moneda. Cuando ingresos exceden los costos, la compañía está en una posición “larga” en esta moneda. Si costos exceden ingresos en una moneda extranjera, la compañía esta “corta” en esta moneda.
Un ejemplo:
Estado de Pérd. & Ganancias
(después de la devaluación)
Aplicando el porcentaje de devaluación al monto del riesgo (aquí también llamado riesgo transaccional) obtenemos $57 millones de pérdida por devaluación. Un recálculo del estado de pérdidas y ganancias confirma tal pérdida.
Basado en lo anterior, podemos desarrollar una tabla que dará un resumen del impacto de los diversos escenarios de riesgo cambiario.
Pérdida
Ganancia
En el estudio de este esquema, hay recordar, que una devaluación de la moneda doméstica (digamos el peso) contra la moneda extranjera (digamos, el dólar), es lo mismo que una revaluación del dólar contra el peso – por lo menos en su efecto cambiario. Debemos también tomar nota que las mediciones de los riesgos cambiarios no se refieren a un par de compañías , partes de unas transacciones, pero a empresas independientes, no relacionadas y que no necesariamente tengan contactos comerciales entre si. Una compañía es Mexicana y la otra Norte- Americana. Lo único que tienen en común es que pueden tener riesgos cambiarios de balance positivos o negativos, o estar largas o cortas en sus posiciones operacionales respecto a la moneda extranjera.
Es interesante notar que un riesgo positivo de balance siempre resulta en una pérdida en casos de devaluación – riesgos negativos en ganancias para ambas compañías. También merece notarse que posiciones cortas o largas en la moneda que no es la doméstica para cada compañía da resultados opuestas para las empresas si una de las dos monedas devalúa o revalúa respecto a la otra.
Conclusiones
La medición de riesgos cambiarios muestra, en términos generales, que riesgos de balance producen el mismo tipo de resultados para firmas con riesgos positivos (pérdidas), y para firmas con riesgo negativo (ganancias). También se demuestra que posiciones largas o cortas en monedas extranjeras (riesgo transaccional) producen efectos opuestos para empresas domésticas comparados con extranjeras. Igual o opuesto no se tiene que interpretar de significar una cifra exactamente igual o en sentido opuesto, pero únicamente es una indicación direccional de pérdida o ganancia sin importar su tamaño.
PRINCIPIO